Cuando se trata de piezas fundidas de metal, la elección del material es una de las decisiones más críticas que puede tomar un ingeniero o diseñador. Si bien muchos metales se vierten en moldes para crear piezas, las piezas fundidas de acero inoxidable se distinguen en una clase distinta. No son simplemente un material diferente; representan un conjunto diferente de prioridades y características de desempeño. Comprender en qué se diferencian de otros metales de fundición comunes —como el acero al carbono, el hierro, el aluminio y el bronce— es esencial para seleccionar el componente adecuado para el trabajo.
Esta discusión va más allá de las definiciones básicas para explorar las diferencias prácticas entre varias áreas clave.
La diferencia más fundamental radica en la composición química.
Fundiciones de acero inoxidable: La característica definitoria es un contenido mínimo de cromo del 10,5%. Esto no es sólo un aditivo; es la fuente de su propiedad "inoxidable". El cromo reacciona con el oxígeno para formar una capa pasiva de óxido de cromo invisible, adherente y autorreparable en la superficie. Esta capa protege el metal subyacente de la corrosión. Los grados comunes incluyen CF8 (equivalente a 304) para resistencia general a la corrosión y CF8M (equivalente a 316) para resistencia mejorada a cloruros y ácidos.
Otros castings: Esta categoría abarca una amplia gama de materiales:
Acero al carbono: principalmente una aleación de hierro y carbono, con un mínimo de otros elementos. Carece de cromo, lo que lo hace muy susceptible al óxido y la corrosión.
Fundiciones de Hierro (Gris/Dúctil): Principalmente hierro con alto contenido en carbono y silicio. El hierro gris es conocido por su excelente resistencia a la compresión y capacidad de amortiguación, mientras que el hierro dúctil ofrece una tenacidad mejorada.
Fundiciones de aluminio: Aleaciones ligeras a base de aluminio, a menudo mezcladas con silicio, cobre o magnesio para mayor resistencia y moldeabilidad.
Fundiciones de bronce/latón: Aleaciones a base de cobre. El bronce (cobre y estaño) es conocido por su resistencia al desgaste y baja fricción, mientras que el latón (cobre y zinc) ofrece una buena maquinabilidad.
La moraleja: el acero inoxidable se define por su mecanismo de defensa a base de cromo, una característica ausente en los aceros y hierros al carbono y diferente de las pátinas protectoras que se forman en las aleaciones de cobre.
Este es el diferenciador de rendimiento significativo y la razón principal para especificar el acero inoxidable.
Acero inoxidable: Se destaca en entornos donde la corrosión es una preocupación. Resiste el óxido causado por la humedad, el agua, muchos productos químicos, productos alimenticios y ambientes ácidos. El acero inoxidable de grado 316 es particularmente eficaz en atmósferas salinas o costeras. Esta resistencia es inherente y profunda.
Otros castings:
Acero al carbono y hierro: se oxidan (oxidan) fácilmente cuando se exponen a la humedad y al oxígeno. Requieren recubrimientos protectores externos como pintura, revestimiento o galvanización para evitar la corrosión, lo que agrega costos y puede dañarse.
Aluminio: Forma una capa protectora de óxido que resiste bien la corrosión, especialmente en condiciones atmosféricas. Sin embargo, puede ser susceptible a la corrosión galvánica y a ciertos productos químicos agresivos.
Bronce: Altamente resistente a la corrosión del agua de mar y de muchos productos químicos, por lo que históricamente se utiliza en aplicaciones marinas.
Si una pieza funcionará en un entorno corrosivo sin la posibilidad de mantener recubrimientos protectores, el acero inoxidable suele ser la opción predeterminada.
Las exigencias funcionales de una pieza determinan las propiedades mecánicas necesarias.
Fundiciones de acero inoxidable: Ofrecen un excelente equilibrio entre alta resistencia, buena ductilidad (resistencia al impacto) y tenacidad. Mantienen sus propiedades mecánicas tanto a temperaturas elevadas como criogénicas mucho mejor que muchas otras aleaciones. Los grados austeníticos (como 304/316) siguen siendo resistentes incluso a temperaturas muy bajas.
Otros castings:
Acero al carbono: Generalmente ofrece una resistencia muy alta y buena resistencia al impacto, pero es pesado y pierde resistencia a altas temperaturas.
Fundiciones de hierro: El hierro gris tiene una alta resistencia a la compresión pero es frágil y tiene baja resistencia a la tracción. El hierro dúctil ofrece mucha mejor resistencia y ductilidad, más cerca del acero al carbono.
Fundiciones de aluminio: el claro ganador en relación resistencia-peso. Son livianos pero generalmente tienen menor resistencia general y pierden resistencia rápidamente a temperaturas elevadas.
Piezas fundidas de bronce: no elegidas por su alta resistencia sino por sus excelentes propiedades de soporte y desgaste.
El acero inoxidable proporciona un perfil "de todo tipo" con buena resistencia, tenacidad respetable y rendimiento excepcional en un amplio rango de temperaturas.
El costo inicial es sólo una parte de la ecuación del costo total de propiedad.
Acero inoxidable: Tiene un costo de material inicial más alto en comparación con el acero al carbono, el hierro y el aluminio. Además, es más difícil mecanizar y soldar debido a su tenacidad y tendencia al endurecimiento por trabajo, lo que puede aumentar los costos de fabricación.
Otros castings:
Acero al carbono y hierro: tienen un costo de material inicial más bajo y generalmente son más fáciles de mecanizar.
Aluminio: También tiene un costo de material más alto que el acero o el hierro, pero es muy fácil de fundir y mecanizar, lo que a menudo compensa parte del gasto de material.
Sin embargo, hay que tener en cuenta el coste total. La resistencia superior a la corrosión del acero inoxidable a menudo elimina la necesidad y el costo continuo de pintar, mantener y reemplazar piezas debido a fallas por óxido. A largo plazo, para aplicaciones críticas, puede ser la opción más económica.
Las diferentes propiedades conducen naturalmente a estos materiales a diferentes usos finales.
Fundiciones de acero inoxidable: Se especifican cuando la resistencia a la corrosión, la higiene o el rendimiento a altas temperaturas son primordiales. Las aplicaciones comunes incluyen: válvulas y bombas para procesamiento químico, equipos farmacéuticos y de procesamiento de alimentos, hardware marino, implantes médicos y componentes para generación de energía.
Otros castings:
Acero/hierro al carbono: se utiliza en aplicaciones estructurales, maquinaria pesada, bastidores de automóviles y bloques de motores donde la resistencia es clave y la corrosión se gestiona con recubrimientos.
Aluminio: Domina en la industria aeroespacial, automotriz (para reducción de peso) e intercambiadores de calor.
Bronce: Se encuentra en cojinetes, bujes, hélices marinas y detalles arquitectónicos.